El triste oro del tiempo, by Jack Farfán Cedrón

Dedicado a la santa memoria del Padre Luis Rebaza Neira, En olor a santidad E l triste oro del tiempo. Ya premunidos por lo que sobrevenga luego de la muerte; ya benditos por los nacimientos familiares; ya preparados para la muerte, como siempre nos aconsejabas, Padre Luis Rebaza Neira. Estás sonriendo, suspendido en la cúpula celeste adonde el Señor te erigió para ser un vigía espiritual de nuestros destinos. Eres el padre, eres el hijo, el guía con cayado de luz que ilumina, la sombra del lugar, la semilla que germina. Si todos tus hijos te aclaman, Siervo de Dios; si todos tus estudiantes te honran, serás el costado de Cristo, serás sus heridas y el fabuloso y esplendente amor de nuestra amadísima madre, la Virgen María. La vida andante por pueblos polvorientos, por collados obscuros, donde, a templanza limpia y renunciamientos, forjaste tu carácter de caminante de los pueblos. Desde un eco penumbroso se alzan tus pasos ascendiendo a la plenitud de la luz que necesitamo...