"El consuelo divino y misericordioso", by Jack Farfán Cedrón

El consuelo divino y misericordioso F rente al avistamiento nocturno de Cristo, Rey de la eternidad y los humildes, apacentaban en mi alma, instantes terrenos, epifánicos, en que fueron escritas estas dádivas que atesoro, de camino a la conversión de mi espíritu. P adre, Señor mío, este nuevo día que iluminas he decidido seguirte y consolarme con tu verbo divino. Sé que de hoy en adelante todo será distinto en tu gracia y perdón misericordioso. Tú me das fuerzas y alimentas mi alma; yo te sigo sin temor a nadie, riendo, olvidándome de todos mis dolores y aflicciones. Contigo no hay tentaciones ni pecado. Estoy en tu gracia eterna. Habitas mi espíritu. Me concedes el diario milagro de encender en los demás, la luminaria de la fe y el amor sin fronteras. En ti confío. En ti voy encendiendo la tea asombrosa de la vida eterna. Dichosos los ...